jueves, 26 de junio de 2014

EL PCE-EPK DE BILBAO RECHAZA EL CIERRE DE LA SALA DE CONSUMO SUPERVISADO DE BAILEN






El próximo pleno del ayuntamiento de Bilbao debatirá la propuesta de instar al Gobierno Vasco, a la Diputación Foral de Bizkaia, y al Ayuntamiento de Bilbao a que asuman la gestión de la sala de consumo supervisado de Bailén e impida así su cierre, previsto para el próximo mes de julio. 


De esta forma, tras el anuncio por parte de Médicos del Mundo de no poder hacer frente al servicio, se pone fin a un proyecto que ha demostrado su eficacia durante más de diez años de actividad. Tiempo en el que se ha atendido a más de 3.000 personas y se han solventado mas 100 emergencias por sobredosis de las cuales ninguna ha tenido consecuencias fatales. Además los y las usuarias del servicio han podido beneficiarse de programas de educación sanitaria, control de salud e información sobre programas de desintoxicación.

La negativa de las instituciones a mantener este servicio o incorporarlo a los servicios públicos ya existentes, muestra la falta de interés de quienes nos gobiernan en el bienestar de la población del municipio de Bilbao en su conjunto y su poca capacidad de gestión y prevención de riesgos y costes. Costes que prefieren dedicar a cuestiones superfluas y estéticas dejando desamparados a una parte importante de la ciudadanía.

Por si los costes humanos y sociales no suponen argumentos de suficiente valor, rigurosos estudios realizados por la Agencia de Salud Pública de Barcelona afirman que una sola sala de este tipo reduce un 77% las jeringuillas abandonadas en la calle. Además el coste medio de  37 euros anuales por usuario se contraponen a los 11.000 euros anuales que cuesta de media la atención sanitaria a quien se contagia de VIH con todo el coste humano y social que supone una enfermedad de estas características. Pues aún con estos datos en la mano el edil de acción social Juan Félix Madariaga afirma en declaraciones a la prensa que no se plantea ni mantener este servicio ni crear uno nuevo.

Por todo ello, desde el PCE-EPK de Bilbao lamentamos profundamente que los gobiernos de las distintas instituciones vascas permitan el cese de la actividad de la sala de consumo supervisado. Desde nuestro grupo político creemos que no sólo debe mantenerse abierta, sino que es necesario incorporar la atención drogodependiente a la cartera de servicios de la sanidad pública vasca con una entidad propia, como tienen la red de Salud Mental o la red de Asistencia a la Tercera edad, para ofrecer una asistencia integral a la drogodependencia.

Además exigimos al PNV que gobierna hoy, como hace 10 años, las 3 instituciones, que nos explique si cerrar servicios sociales tan necesarios y útiles como este, es una manifestación más de la “marca Euskadi” y por qué no sirve hoy lo que merecía la pena hace 10 años, tiempo que lleva la Sala de Consumo Supervisado de Bailén promoviendo la salud y el bienestar de miles de personas.
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